Es más que reconocido que tener una rutina de ejercicios, junto con una alimentación balanceada, son las mejores formas que existen para adoptar un estilo de vida saludable, ayudar a quemar grasa y evitar enfermedades como diabetes, obesidad u otros como problemas cardiovasculares.
Pero, ¿sabes cuáles son los secretos claves que debes tener en cuenta a la hora de diseñar una rutina de ejercicios para ti? ¡Descúbrelo en este contenido!
En nuestras vidas ocupadas por el trabajo, los estudios o simplemente en las labores del hogar nos olvidamos de que nuestro cuerpo también necesita fortalecerse para rendir en todas esas exigencias que le proponemos. La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para comenzar sin importar si eres principiante.
Una rutina de ejercicios para quemar grasas y tonificar nuestro cuerpo es la vía más saludable que existe de garantizarnos las condiciones para vivir en bienestar por muchos años. Y es que, quienes adoptan la actividad física como un hábito tienen menores probabilidades de enfermarse o de sentirse fatigados en su día a día.
A continuación, te mostraremos todo sobre la rutina de ejercicios, es decir:
- Beneficios que trae al organismo.
- ¿Qué se debe considerar para elaborar una óptima rutina de ejercicios?
- 5 formas de quemar más grasas.
- Rutina de ejercicios casero para ti.
Beneficios de tener una rutina de ejercicios
No es ningún secreto que el ejercicio nos hace bien, pero, ¿conoces todas las formas en las que la actividad física puede beneficiar a nuestro cuerpo? Aquí te contamos las más importantes.
1. Mejora tu sistema cardiovascular
Las cardiopatías o accidentes cardiovasculares son, en gran medida, una de los problemas más recurrentes que tienen las personas adultas y está estrechamente relacionada con una mala alimentación y el sedentarismo.
Las personas inactivas pueden padecer casi el doble de posibilidades de sufrir condiciones desfavorables del corazón o los pulmones.
Por ello, el tener y realizar una rutina de ejercicios, así sea caminar, es tan beneficioso para nuestra salud y la de nuestro corazón en específico.
Algunos de los beneficios más inmediatos que se pueden obtener con la actividad física es la reducción de la presión arterial o hipertensión. En estos tiempos, tener una elevada presión arterial es muy común, y esto incrementa las probabilidades de un accidente cerebro vascular.
El ejercicio ayuda a prevenir que esto suceda gracias a la estabilización o equilibrio del colesterol. Tanto las lipoproteínas de baja densidad (llamado colesterol malo), y las lipoproteínas de alta densidad (colesterol bueno).
Muchos estudios han determinado que una forma de ejercicio contribuye enormemente a aumentar la presencia del colesterol bueno en nuestro cuerpo y que ayudan a transportar el colesterol a órganos como el hígado y, asimismo, a eliminar otras formas de colesterol en la sangre.
2. Favorece nuestro sistema óseo y las articulaciones
Si pasas mucho tiempo sentado, por trabajo o sedentarismo, es muy probable que hayas desarrollado la denominada lumbalgia o dolor en la parte baja de la espalda. De hecho, un gran porcentaje de la población la ha padecido durante su vida.
El ejercicio es la forma más adecuada de evitar o eliminar este dolor y muchos otros relacionados con nuestros huesos y articulaciones.
Caminar, nadar, ir al gimnasio, entre otros, son actividades que ayudan a reducir los dolores de hueso. Asimismo, en personas jóvenes, favorece el incremento de la densidad mineral ósea para desarrollar huesos más fuertes y resistentes.
Eso trae muchos beneficios a medida que avanza la edad, ya que la fortaleza ósea en la adolescencia o adultez, retrasa la aparición de la degeneración ósea en la vejez. Lo que quiere decir que es un arma ideal para combatir o retrasar la aparición de la osteoporosis.
3. Previene las enfermedades crónicas
Las probabilidades de desarrollar una enfermedad como cáncer se reducen significativamente en personas que tienen una rutina de ejercicios diaria. Por ejemplo, es muy efectiva para evitar el cáncer de colon, de mamas, incluso el de pulmón o de endometrio.
Asimismo, es muy efectivo para prevenir la diabetes tipo 2, específicamente gracias a los beneficios que tiene el correr. La razón es que el ejercicio ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en nuestra sangre y prevenir problemas en el futuro.
4. Estabilidad psicológica y emocional
No podíamos dejar la salud mental de un lado. Y es que las personas que practican algún deporte, regularmente sienten una especie de sensación de plenitud y bienestar cuando lo ejecutan.
Algunos estudios dicen que el ejercicio es muy efectivo para tratar trastornos como la depresión, incluso, al igual que los medicamentos o terapias de conversación.
También, es recomendado para personas que padecen de ansiedad diagnosticada, fobias, pánico o estrés acumulado.
Hacer ejercicio definitivamente te hará sentirte más feliz y satisfecho con tu vida. La sensación de bienestar es innegable, así como todos los beneficios que te hemos explicado, ¡pero aún queda uno más!
5. Es la mejor manera de quemar grasas y bajar de peso
Si dentro de tus objetivos de salud está el reducir de peso, quemando grasas, el ejercicio es la actividad física más indicada para lograrlo, mientras equilibras el consumo de energía de manera saludable.
Es importante recordarte que, para QUEMAR GRASAS DE MANERA SEGURA Y GANAR MÚSCULO, debes complementar tu ejercicio con una dieta balanceada, rica en proteínas, fibras, vitaminas y minerales.
Ahora bien, para armar una rutina de ejercicio que te ayude a obtener todos estos beneficios que hemos nombrado, es necesario que incluya ciertos elementos indispensables, ¡conócelos a continuación!
¿Qué se debe considerar para elaborar una óptima rutina de ejercicios?
Existen ciertas variables que hay que tener en consideración cuando se elabora una rutina de ejercicios. Aquí, lo que debes tener en cuenta.
1. Tu nivel de resistencia
Podemos separar el nivel de una persona de acuerdo a un principio: con cuánta regularidad hace deporte. De acuerdo a esto se puede separar el nivel de una persona en principiante, intermedio y en avanzado.
Principiante
Se puede decir que es una persona que tiene, al menos, un año desde la última vez que hizo alguna actividad física. Es importante que, para este tipo de persona, la dificultad de los ejercicios no sea muy elevada o compleja.
Los principiantes deben comenzar con rutinas de ejercicios 3 veces a la semana, preferiblemente con actividades en casa. De esta forma, podrás ir involucrando los grupos de músculos y prepararás tus movimientos para soportar mayor intensidad.
Intermedio
Si tienes un par de meses que no entrenas, puedes considerarte de nivel intermedio. También puedes empezar con rutinas de 3 días a la semana, con la diferencia de que agregarás mayor intensidad a tus ejercicios o de dificultad, sea cual sea tu gusto.
Puedes agregar series descendentes o intervalos en tus repeticiones para sumar más complejidad a los movimientos.
Avanzado
Si ya eres un atleta o acostumbras hacer ejercicio regularmente, con 3 días a la semana no será suficiente. En este punto, puedes empezar a agregar peso a tus ejercicios, como una mochila llena de libros o algunos artículos de entrenamiento como un kettlebell que cuenta con una variedad de usos para agregar complejidad a tus ejercicios.
De acuerdo a tu nivel de resistencia, podrás elaborar rutinas de ejercicios que se adapten a tus posibilidades y objetivos.
2. El tiempo que podrás invertir
Si eres una persona que trabaja, ya sea a medio tiempo, de seguro no cuentas con una libertad de horario para hacer actividad física cuando sea. Gestionar el tiempo para lograr cumplir con una rutina de ejercicio, sin dudas, es un arte en esta época.
Lo primero que debes hacer es medir las horas que tienes libre al día y decidir cuántas de ellas querrás invertir. Eso sí, de manera realista, es decir, que sepas que no se superpondrá con otras actividades y responsabilidades de tu día a día. De esta manera evitarás la deserción.
Otro aspecto a tomar en cuenta es el horario en que harás ejercicio. Existen ciertas diferencias entre quienes hacen deporte en la mañana y quienes lo hacen en la noche.
3. El espacio
Cuando te plantees empezar una rutina de ejercicios, debes determinar en dónde lo harás. Este espacio debe tener la apertura y profundidad necesaria para poder saltar, hacer flexiones de pecho, lanzarte al suelo, entre muchas otras cosas.
Lo primero que debes buscar es un lugar con algo así a 2 metros cuadrados. Por ejemplo, los ejercicios de glúteos y abdomen requieren de espacio cuando se hacen desde casa.
4. Elementos extra para agregar complejidad
Si entrenas habitualmente, dominarás los ejercicios con tu propio peso con rapidez. Para ello, una de las variables que debes considerar es adquirir o improvisar artículos que te sumen peso o dificultad.
Utilizando pesas o, incluso, garrafones de agua podrías hacer movimientos que te ayuden a quemar más grasas en menos tiempo.
Teniendo estos 4 aspectos en consideración ya estarás listo para poder crear tu rutina de ejercicios en casa con muy poco esfuerzo.